Muchas veces nos hemos
preguntado ¿cómo se sale de un régimen presuntamente progresista y
profundamente reaccionario, como el que sufrimos actualmente? ¿Cómo se
sale de un gobierno que ha hecho lo imposible durante diez años para que
no queden fuerzas políticas organizadas a su izquierda; cómo se sale de
un gobierno que asistencializa compulsivamente a la pobreza y que, ha
convertido los actos electorales en un circo escandaloso?
¿Cómo se sale de un gobierno que, de manera sistemática, fragmenta toda oposición política gracias a la cooptación de dirigentes y a una gigantesca labor de los servicios de la inteligencia del Estado? Aún más todavía, nos preguntamos ¿cómo se sale de un Gobierno que conforma y constituye la oposición partidaria a su propia imagen y semejanza?
Muchas veces nos preguntamos, asimismo, ¿cómo se sale de un gobierno que mientras respalda la nueva mega oligarquía ligada a la sojización y a los Agronegocios, para que proyecte los destinos de la Argentina de los próximos decenios, tiene miles de jóvenes
que inspirados de manera superficial en los años setenta e imbuidos de discursos anticuados contra la presunta oligarquía vacuna y las dirigencias agrarias, hacen trabajo social en las villas, respaldan microemprendedores, generan ferias de artesanos en las plazas y alimentan de manera constante, la ilusoria realidad de vivir bajo un gobierno nacional y popular…?
¿Cómo se sale de un gobierno que aunque se esfuerce en no mencionar a Perón, insiste en identificarse con las banderas genéricas del Peronismo y particularmente con la llamada tendencia revolucionaria de los años setenta, pese a que es notorio que el grueso de sus cuadros provienen del menemismo, del antiguo partido comunista o aun de la UCD, que lideraba el Ingeniero Alzogaray…?
También nos hemos preguntado reiteradamente a lo largo de los años en este programa Horizonte Sur ¿Cómo se vuelve a construir
una mística de lucha para cambiar a una Sociedad injusta, y cómo hacer para volver juntos como Pueblo a construir un futuro común, cuando muchas de esas consignas y de aquellos discursos, han sido apropiados por una dirigencia sin escrúpulos,
caracterizada por un pasado de izquierda y por un presente de insaciable necesidad de Poder? ¿Cómo se retoma el curso de la
historia y de los procesos de lucha del pueblo argentino, cuando todo el esfuerzo del Estado está puesto en tergiversar la historia inmediata y peor aún todavía, en desnaturalizarla y conducir todas esas energías hacia los propios y espurios intereses de una pandilla que pretende permanecer en el Gobierno indefinidamente? Si acaso nos formamos como militantes o como cuadros políticos para enfrentar a sectores de derechas o a dictaduras militares y en defensa de la constitución nacional violentada
o de nuestros derechos civiles conculcados, cómo hacemos ahora para retomar la resistencia y las luchas revolucionarias, cuando lo que tenemos en el Poder son discursos de izquierda y presunto Peronismo, cuando la defensa de los derechos humanos son la innoble cobertura de las políticas de nueva colonialidad, y cuando la entrega de nuestra Soberanía Nacional y la postergación indefinida de los justos reclamos de justicia, son justificados en nombre de un posibilismo y de un minimalismo que se sostiene en obscenos fundamentalismos de la coyuntura…
No pretendemos ni por asomo ser los primeros en vivir las tragedias que producen los monstruos de la racionalidad revolucionaria y las espantosas resacas de haber pretendido tomar el cielo por asalto. De jóvenes leímos y nos conmovimos con La flecha en el azul de Arthur Koestler y también, con otros de sus libros; más tarde supimos del PRI en México y vimos la Revolución congelada de Raymundo Gleyzer, donde muchos de nuestros antiguos amigos aprendieron más tarde, durante su exilio, la alquimia de transformar el oro en barro y hacer de los ideales de ayer los negocios del presente…. Pero, por supuesto, la tragedia de otros no
nos consuela y los sueños devenidos pesadillas al decir de Galeano, desvelan nuestros días… Siguen abiertas nuestras venas, ahora bajo discursos progresistas… Nos seguimos interrogando frente al espejo roto de una esquizofrenia que se agudiza cada vez que ponemos los canales oficiales… Somos parte de una generación rota, de una generación de traidores y de renegados, de hombres y mujeres cansados que decidieron archivar sus ideales y vivir la vida tal como se la vendieron en los shoping y en los supermercados del neoliberalismo… Sí, todo eso es verdad, pero… ¿y los que velamos armas como en los viejos tiempos, qué hacemos? Los que todavía persistimos en andar caminos con corazón y no necesitamos del viagra de la narcopolítica, los que aún pretendemos mantener la lucidez y los sueños de antaño ¿qué hacemos? Los que no buscamos consuelos ni edulcorantes ¿dónde ponemos el esfuerzo para cambiar el mundo…?
No deje de escucharnos hoy, vamos a dialogar sobre el levantamiento joven en el cercano pueblo hermano de Brasil… donde los jóvenes libertarios del Movimiento Pase libre, parecen haber hallado un modo de patear el tablero del sistema y de ese modo evitar entramparse en los simulacros progresistas. Tal vez nos están señalando un camino de esperanzas para retomar una historia interrumpida. No permitamos entonces, que la conspiración mediática nos oculte la importancia de esas luchas que, son mucho más peligrosas en la medida en que no se proponen tomar el poder, tal como alguna vez lo intentara nuestra generación… Ellos, los jóvenes alternativos y libertarios, son en cierta medida, el resultado de nuestros fracasos como generación, pero también son probablemente el modo de resolver aquellos fracasos, de resolverlos en una perspectiva histórica que nos permita salir a los latinoamericanos del “bucle” histórico en que nos hallamos, en que el timón ha quedado en manos de un progresismo reaccionario, y retomar la historia cuyo rumbo hace ya mucho extraviamos…
Jorge
E. Rulli
¿Cómo se sale de un gobierno que, de manera sistemática, fragmenta toda oposición política gracias a la cooptación de dirigentes y a una gigantesca labor de los servicios de la inteligencia del Estado? Aún más todavía, nos preguntamos ¿cómo se sale de un Gobierno que conforma y constituye la oposición partidaria a su propia imagen y semejanza?
Muchas veces nos preguntamos, asimismo, ¿cómo se sale de un gobierno que mientras respalda la nueva mega oligarquía ligada a la sojización y a los Agronegocios, para que proyecte los destinos de la Argentina de los próximos decenios, tiene miles de jóvenes
que inspirados de manera superficial en los años setenta e imbuidos de discursos anticuados contra la presunta oligarquía vacuna y las dirigencias agrarias, hacen trabajo social en las villas, respaldan microemprendedores, generan ferias de artesanos en las plazas y alimentan de manera constante, la ilusoria realidad de vivir bajo un gobierno nacional y popular…?
¿Cómo se sale de un gobierno que aunque se esfuerce en no mencionar a Perón, insiste en identificarse con las banderas genéricas del Peronismo y particularmente con la llamada tendencia revolucionaria de los años setenta, pese a que es notorio que el grueso de sus cuadros provienen del menemismo, del antiguo partido comunista o aun de la UCD, que lideraba el Ingeniero Alzogaray…?
También nos hemos preguntado reiteradamente a lo largo de los años en este programa Horizonte Sur ¿Cómo se vuelve a construir
una mística de lucha para cambiar a una Sociedad injusta, y cómo hacer para volver juntos como Pueblo a construir un futuro común, cuando muchas de esas consignas y de aquellos discursos, han sido apropiados por una dirigencia sin escrúpulos,
caracterizada por un pasado de izquierda y por un presente de insaciable necesidad de Poder? ¿Cómo se retoma el curso de la
historia y de los procesos de lucha del pueblo argentino, cuando todo el esfuerzo del Estado está puesto en tergiversar la historia inmediata y peor aún todavía, en desnaturalizarla y conducir todas esas energías hacia los propios y espurios intereses de una pandilla que pretende permanecer en el Gobierno indefinidamente? Si acaso nos formamos como militantes o como cuadros políticos para enfrentar a sectores de derechas o a dictaduras militares y en defensa de la constitución nacional violentada
o de nuestros derechos civiles conculcados, cómo hacemos ahora para retomar la resistencia y las luchas revolucionarias, cuando lo que tenemos en el Poder son discursos de izquierda y presunto Peronismo, cuando la defensa de los derechos humanos son la innoble cobertura de las políticas de nueva colonialidad, y cuando la entrega de nuestra Soberanía Nacional y la postergación indefinida de los justos reclamos de justicia, son justificados en nombre de un posibilismo y de un minimalismo que se sostiene en obscenos fundamentalismos de la coyuntura…
No pretendemos ni por asomo ser los primeros en vivir las tragedias que producen los monstruos de la racionalidad revolucionaria y las espantosas resacas de haber pretendido tomar el cielo por asalto. De jóvenes leímos y nos conmovimos con La flecha en el azul de Arthur Koestler y también, con otros de sus libros; más tarde supimos del PRI en México y vimos la Revolución congelada de Raymundo Gleyzer, donde muchos de nuestros antiguos amigos aprendieron más tarde, durante su exilio, la alquimia de transformar el oro en barro y hacer de los ideales de ayer los negocios del presente…. Pero, por supuesto, la tragedia de otros no
nos consuela y los sueños devenidos pesadillas al decir de Galeano, desvelan nuestros días… Siguen abiertas nuestras venas, ahora bajo discursos progresistas… Nos seguimos interrogando frente al espejo roto de una esquizofrenia que se agudiza cada vez que ponemos los canales oficiales… Somos parte de una generación rota, de una generación de traidores y de renegados, de hombres y mujeres cansados que decidieron archivar sus ideales y vivir la vida tal como se la vendieron en los shoping y en los supermercados del neoliberalismo… Sí, todo eso es verdad, pero… ¿y los que velamos armas como en los viejos tiempos, qué hacemos? Los que todavía persistimos en andar caminos con corazón y no necesitamos del viagra de la narcopolítica, los que aún pretendemos mantener la lucidez y los sueños de antaño ¿qué hacemos? Los que no buscamos consuelos ni edulcorantes ¿dónde ponemos el esfuerzo para cambiar el mundo…?
No deje de escucharnos hoy, vamos a dialogar sobre el levantamiento joven en el cercano pueblo hermano de Brasil… donde los jóvenes libertarios del Movimiento Pase libre, parecen haber hallado un modo de patear el tablero del sistema y de ese modo evitar entramparse en los simulacros progresistas. Tal vez nos están señalando un camino de esperanzas para retomar una historia interrumpida. No permitamos entonces, que la conspiración mediática nos oculte la importancia de esas luchas que, son mucho más peligrosas en la medida en que no se proponen tomar el poder, tal como alguna vez lo intentara nuestra generación… Ellos, los jóvenes alternativos y libertarios, son en cierta medida, el resultado de nuestros fracasos como generación, pero también son probablemente el modo de resolver aquellos fracasos, de resolverlos en una perspectiva histórica que nos permita salir a los latinoamericanos del “bucle” histórico en que nos hallamos, en que el timón ha quedado en manos de un progresismo reaccionario, y retomar la historia cuyo rumbo hace ya mucho extraviamos…
Jorge
E. Rulli
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